México enfrenta un desafío ante la imposición de un arancel del 25% por parte de EE.UU. sobre sus exportaciones.
Para mitigar el impacto, el país puede implementar varias estrategias.
En el ámbito diplomático, es clave negociar con EE.UU. y apelar a los mecanismos del T-MEC para reducir o eliminar las barreras.
También se pueden establecer alianzas con actores estratégicos dentro de EE.UU. que se verán afectados.
Otra opción es diversificar mercados, fortaleciendo tratados como el CPTPP y el TLCUEM para reducir la dependencia estadounidense. Paralelamente, México podría aplicar aranceles recíprocos sobre productos clave de EE.UU. o fomentar la sustitución de importaciones.
El apoyo a la industria nacional es esencial mediante incentivos fiscales y estímulos a sectores afectados, como el automotriz y el agroindustrial. A nivel legal, México puede recurrir a la OMC o utilizar el mecanismo de controversias del T-MEC para cuestionar la medida.
En conclusión, una estrategia combinada de diplomacia, diversificación y fortalecimiento interno será crucial para minimizar el impacto de estos aranceles en la logística y el comercio exterior de México.
