Por: Luis Masse Torres – Socio Director, Lead Time S de RL de CV
Ya hemos superado, de algún modo, los retos comerciales y logísticos del primer trimestre del año, enmarcado por un ligero repunte de actividades en muchas de las industrias, un regreso gradual a la presencialidad y la incertidumbre ocasionada por el conflicto Rusia – Ucrania que indudablemente, está ya afectando a las cadenas de suministro globales, así como el cierre de varios puertos chinos, Shanghai entre ellos, debido a un repunte en los contagios de COVID, con las consecuencias logísticas que esto ocasiona.
Además, las crisis de desabasto de semiconductores y contenedores, así como la amenaza de una nueva ola de contagios de COVID continúan influyendo en las actividades comerciales internacionales.
En México, varios acontecimientos ocurrieron en este primer trimestre que recién terminó, sobresaliendo la inauguración del Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles con todo y la controversia y polémicas generadas por tal acto. Asimismo, sigue el debate sobre la nueva Ley de la Industria Eléctrica que involucra tanto a los combustibles utilizados tanto por las empresas como por los medios de transporte convencionales (Barco, Avión, Autotransporte y Ferrocarril) y a la energía eléctrica, que también forma parte de los insumos vitales para la logística nacional e internacional de mercancías. En este segundo trimestre veremos el destino de esta Ley y las consecuencias que pueda acarrear.
Así las cosas, entre guerras, crisis, controversias y polémicas, el sector logístico debe seguir trabajando en la optimización de sus cadenas de suministro para adaptarse a esta nueva normalidad. Aunque sigamos teniendo ambientes VUCA (Volátiles, Inciertos, Complejos y Ambiguos) debemos planear, ejecutar y controlar las actividades logísticas y de suministro de la mejor manera posible. Este trimestre que inicia es, por regla general y tradición, el más intenso en términos de negociaciones con proveedores extranjeros, sobre todo para aquellas empresas que deben surtir sus inventarios para las ventas de fin de año. Por otra parte, es el trimestre que puede determinar una evaluación de medio año exitosa o no tanto, para tomar decisiones. Por ello es crucial no perder ni el paso ni el rumbo y enfocarse en aquellas actividades que refuercen o corrijan las acciones que permitirán conseguir los objetivos empresariales.
En términos de cadenas globales de suministro, deben vigilarse el estado de los pedidos, de los inventarios, de las compras y de las entregas para evitar disrupciones que puedan provocar afectaciones mayores en las áreas comerciales, operativas y financieras. En cuanto al comercio exterior y logística, debe vigilarse el derrotero que seguirá la legislación en la materia para evitar incurrir, por omisión o distracción, en infracciones que afecten negativamente a las empresas.
Este semestre Abril – Junio es uno de mucha actividad e intensidad y quizás, el que marque el rumbo que tomará la segunda mitad del año, una vez que se defina si la Ley de la Industria Eléctrica se aprueba y se implementa como fue redactada o si hubo cambios, se avance a la implementación total del complemento de carta porte y se observen las afectaciones que el conflicto Rusia-Ucrania, los cierres de puertos chinos y las crisis heredadas de 2020 hayan producido en nuestro país.
Continuaremos comentando estas situaciones para identificar alternativas de acción y solución.
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